Libertad de horarios

En el siglo pasado había gente que creía que hay que dar de mamar con un horario fijo (“10 minutos cada 3 horas” era uno de los horarios más famosos). Claro, no funcionaba. Los horarios eran una de las principales causas de que las mujeres “se quedasen sin leche”.

La cantidad y la composición de la leche dependen de tres cosas: del número de tomas, de la duración de cada toma, de si toma cada vez un pecho o los dos (y en qué proporción). Es así como funciona el pecho. Sólo su hijo sabe cuándo y cuánto tiene que mamar. El reloj no lo sabe

Haga caso a su hijo, y olvídese del reloj.

Dar el pecho es libertad. Puede hacerlo siempre que quiera.

La mayoría de los bebés maman entre 8 y 12 veces en 24 horas (más o menos), repartidas irregularmente. En las primeras semanas suelen necesitar bastante tiempo, 15 o 20 minutos o más en un pecho, pero cada vez van más deprisa. Hacia los tres meses, muchos bebés maman en cinco minutos o menos.

Los bebés maman por la noche. Al principio algunos duermen muchas horas, pero hacia los 4 o 5 meses empiezan a despertarse varias veces cada noche, y siguen así durante uno o dos años, a veces más. Eso es lo normal.